jueves, 3 de abril de 2008

LECTIO DIVINA PARA JOVENES - TERCER DOMINGO DE PASCUA

TEXTO BÍBLICO Lucas 24, 13 -35

1 - LECTURA
¿Qué dice el texto?

Pistas para la lectura
¡Hola Lectionautas!
En este tiempo pascual, en que nuestra alegría inunda la vida completa, por la resurrección del Señor, la Iglesia nos pone este Domingo este conocido texto de Lucas. En verdad, lo primero que quiere demostrar el evangelista es dar una respuesta a las primeras comunidades cristianas: ¿está Jesús presente en medio nuestro? ¿cómo nos lo demuestra?
El texto es muy preciso: iban dos discípulos el domingo de Resurrección hacia el pueblo de Emaús. En esos tiempos era muy común que nadie quisiera ir solo por los caminos y entonces esperaba en las puertas de la ciudad para ir con otras personas, o en caravana. Por lo que la presencia de “esta persona” que comenzó a caminar en medio de ellos no les pareció extraña, sino que es un hábito normal. Y aquí es donde se produce uno de los diálogos más curiosos de todo el Nuevo Testamento. Cuando Jesús les pregunta a los dos: —¿De qué están hablando por el camino? Y lo más curioso es que ellos que iban caminando, dice el texto que “se detuvieron”, como que no pudieron pensar para dar una respuesta mientras caminaban… Tuvieron que parar, y las versiones y traducciones dicen cosas parecidas, se detuvieron tristes, estaban con la cara triste… y Lucas pone nombre (Cleofás) al que le devuelve la pregunta: ¿Eres tú el único en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado en estos días? Jesús, buscando conocer el corazón humano, el corazón de fondo, sigue preguntando: ¿qué ha pasado? (vaya, si alguien sabía
exactamente todo lo que había pasado era el mismo Jesús, sin embargo pregunta, como un método pedagógico para saber qué le decían ellos) .
Y aquí amigos lectionautas, presten mucha atención. Los dos discípulos comienzan a recitar el Kerygma. Kerygma, es una palabra griega que significa anuncio gozoso. Es decir el anuncio que produce alegría a quien lo transmite pero a quien lo escucha. Es una formulación posterior, pero Lucas, la pone aquí de una manera, si se quiere graciosa, donde lo que importa no es el contenido sino el entusiasmo con que se dice ese contenido. La palabra Evangelio, significa “Buena Noticia” y el Kerygma es el anuncio gozoso de esta Buena Noticia. Pero Lucas lo pone desde otra perspectiva.
Los elementos del Kerygma son: 1. Jesús es el Enviado de Dios y el Hijo de Dios; 2. Jesús Padeció y con su muerte pagó por nuestros pecados; 3 Jesús Resucitó de la muerte y nos invita también a pasar de la muerte a la vida. Esto implica una situación donde se anuncia, una presencia activa de Dios en la vida real de las personas, un cambio de situación porque Dios transforma las apariencias.
Y es lo que Lucas pone en los labios de los discípulos de Emaús. Están presentes todos los elementos del Kerygma, pero falta algo: la alegría y la fe. Ellos anuncian inclusive a este personaje que se le aparece por el camino que “algunas mujeres nos contaron que fueron a la tumba de Jesús y unos ángeles les han dicho que está vivo…” Es decir, irónicamente Lucas pone la incredulidad de estos discípulos, que ni siquiera viéndolo personalmente creen en Él. Por lo tanto, una conclusión que nos quiere dejar es que un discurso, por más bien elaborado que esté, si no se cree, no produce una conversión.
Pero Jesús reacciona bastante fuerte y les dice a los discípulos:
—¿Tan tontos son ustedes, que no pueden entender? ¿Por qué son tan lentos para
creer todo lo que enseñaron los profetas? 26 ¿No sabían ustedes que el Mesías tenía
que sufrir antes de subir al cielo para reinar?
Es decir, les está llamando la atención fuertemente, sobre todo lo que Él había explicado y lo que en el Antiguo Testamento se mostraba sobre Él.
Y propone una cosa: Va a ayudarlos a creer, enseñándoles las Escrituras. Mostrándoles la Biblia. Y está su misión de catequizar. Cuando llegaron al lugar, Jesús hizo como que seguía de largo, pero ellos lo invitaron a quedarse, es tarde, es oscuro, es peligroso, no vayas solo por allí, si nos venías acompañando. Quédate con nosotros, bellísima oración de Lucas. Y en la mesa, al bendecir el pan, se les abrieron los ojos y lo reconocieron inmediatamente, aunque Él
desapareció.
Entonces se dieron cuenta que cuando el Kerygma, es explicado con fuerza, con pasión con entrega, dijeron que les “ardía el corazón”, dando a entender la emoción que iba acrecentándose en ellos. Y bien, ellos, miedosos por la noche, los caminos peligrosos, ahora, con la fuerza interior de haber encontrado a Jesús, vuelven corriendo a Jerusalén porque quieren encontrarse con los Apóstoles y todos se cuentan sus historias de haberse encontrado con Jesús. La presencia de Jesús resucitado, reúne a los hermanos en la Iglesia.

Otros textos bíblicos para confrontar: Marcos 16, 12 – 13; Hechos 2, 22 - 25

Preguntas para la lectura
· ¿Hacia donde iban estos seguidores de Jesús?
· ¿Porqué se dirigían allí?
· ¿quién apareció en medio del camino con ellos?
· ¿qué les preguntó?
· ¿Cómo se sentían ellos?
· ¿Cuál fue la respuesta que le dieron a Jesús?
· ¿Esta respuesta, aún cuando hablaba de la resurrección era con convencimiento?
· ¿creían los discípulos en la resurrección que acababan de anunciar?
· ¿qué les reprocha Jesús?
· ¿Qué hace Jesús con ellos? ¿qué les explica?
· ¿qué pasaba con el corazón de los discípulos cuando les explicaba las Escrituras?
· ¿Cuándo y cómo reconocieron a Jesús?
· ¿Qué pasó con el miedo que tenían a la noche? ¿qué hicieron luego? ¿con quien se encontraron? ¿qué comentaron?

2 - MEDITACIÓN
¿Qué me dice? ¿Qué nos dice?


Preguntas para la meditación
Ante este texto tan importante, debo preguntarme:
· En muchos momentos, Jesús se manifiesta y “camina conmigo” ¿soy capaz de reconocerlo?
· Podríamos hacer un listado de todos esos últimos momentos
· ¿cuántas veces anuncio a Jesús muerto y resucitado, pero no llego al corazón, a creer de verdad, a entusiasmarme?
· ¿Es Jesús una buena teoría para mí? Pero que no me entusiasma.
· ¿por qué me entristezco con tanta facilidad? ¿Soy conciente que evangelizar desde mi tristeza produce efectos contrarios?
· ¿Dejo que la alegría del Señor resucitado, me invada y cambie mi vida?
· ¿Hasta que punto yo puedo decir que en ciertos momentos “me arde el corazón?
· Jesús muerto y resucitado no son una teoría, son una vivencia. ¿haces todo lo posible para que Jesús pueda encontrarse contigo, y prestas atención?
· ¿De qué forma se manifiesta en tu vida el cambio producido después del encuentro con Jesús?

3 - ORACIÓN
¿Qué le digo? ¿Qué le decimos?

Nuestra respuesta a Dios que se manifiesta primero es la oración. Y desde este texto que hemos leído y meditado, nos proponemos contestarle al Señor:

Señor Jesús, gracias por acompañarnos en el camino de la vida, como nos lo demuestras en este texto de los discípulos de Emaús.
Me estoy dando cuenta, Señor, que son muchas las ocasiones en que estás en mi vida y yo no te reconozco a mi lado. Y por esto te pido perdón Señor.
Señor Jesús, estoy descubriendo que en mi vida todavía hay mucha angustia, tristeza, me preocupo por cosas que sí tienen solución. Y descubro que la gran razón de todas mis angustias es que yo no te he reconocido a Ti, como el Señor de mi vida.
Ayúdame a que te reconozca presente, resucitado y vivo. Que este reconocimiento cambie de veras mi vida. Que se produzca la conversión, la “metanoia” como decían nuestros padres de la Iglesia.
Abre mis ojos como se abrieron los de los discípulos que te reconocieron al partir el pan.
Dame Señor las fuerzas de vencer todos mis miedos para salir a anunciar que Tú estás vivo. Y que esto produzca alegría y cambios en los demás. Amén.

4 - CONTEMPLACIÓN
¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje?

Tomamos unos momentos para serenarnos, dejar que el Señor nos hable directamente al corazón. No le hablemos tanto nosotros, dejémosle a Él que nos hable. Que nos cuente cómo son las formas que Él decide acompañarnos. Que Él nos revele nuestra propia historia, donde Él ha estado presente y no lo hemos reconocido.
Hagamos memoria… recordemos… Recordar significa “volver a poner en el corazón”. Pongamos en nuestro corazón todos esos momentos, y hagámoslo con alegría.
Preguntémosle en el silencio de nuestro corazón, ¿qué quieres Señor de mí? ¿cómo puedo hacer para llevarte a los demás?
Finalmente proponemos una frase del texto para meditarla y repetirla varias veces:
¡Quédate con nosotros! Ya es muy tarde, y pronto el camino estará oscuro.

5 – ACCIÓN
¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?


Propuestas personales
· La verdad es que este texto es tan profundo, y veces sólo interpretado en una sola parte, que deberíamos revisar muy bien nuestra vida para poder tomar una propuesta. Sería importante llevar en un cuaderno de oración un listado de todas las veces que creemos que no hemos descubierto a Jesús caminando en nuestra vida. Y presentarlo en la
oración al Señor.
· Hacer una acción concreta para que nuestra alegría cristiana por la resurrección del Señor que nos acompaña, se manifieste claramente (y no dejemos que cosas mundanas opaquen nuestra alegría). Que los demás reconozcan mi alegría.

Propuestas comunitarias
· Si estamos en grupo, propongámonos un momento de compartir con todos cómo nos damos cuenta que Jesús está con nosotros.
· También puede ser que en este tiempo pascual ensayemos cantos de alegría y vayamos a otros grupos a compartir la alegría de que Cristo sí está con nosotros.

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